En la carretera de Torrecilla, punto kilométrico 91,840 dirección Valmadrid, se encuentran las ruinas de lo que un día fue el tercer y último grupo de esclusas que se construyeron en el Canal Imperial de Aragón, entre los años 1786 y 1792. Esta estructura fue diseñada para permitir la navegación por el canal superando un brusco descenso de altitud. Mediante el llenado sucesivo de las esclusas, las barcas podían remontar el cauce.
Disponía de tres saltos y sus cuencos o cámara tienen forma elíptica , adaptada a la forma de las dos barcazas que podían alojar (9,75x35,10 metros). Cada salto es de 3,25 metros, con una altura total de 9,75 metros. Las puertas, ya desaparecidas, utilizadas para represar el agua temporalmente permitiendo el llenado de cada esclusa, eran de madera.
Todo el conjunto estaba construido con sillares de piedra caliza a fin de que la construcción aguantase tanto el empuje del terreno circundante como el del agua que contenía. En la actualidad muchas de estas piedras han sido expoliadas, por lo que el conjunto se encuentra bastante arruinado.
