Recorriendo las calles de Burgos en la compañía de Antonio Saz, encontramos este edificio viejo, tapiado, y seguramente pendiente de una rehabilitación. Solo se podía acceder al patio y la escalera, pero fue suficiente para ver un espacio decadente, bello y que conservaba con dignidad las huellas de un pasado sin duda más glorioso...
1 comentario:
preciosa, deseamos que hagan un trabajo que dignifique su glorioso pasado.
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