viernes, 13 de noviembre de 2009

EL OSO DEL PARQUE BRUIL




Casi nadie se acuerda ya, pero en los años 70 y 80 habia una especie de mini zoo en el parque Bruil de Zaragoza. Varias jaulas que contenian una pareja de osos, varios monos y algunas aves.


A mediados de los 80 solo quedaba la osa de nombre Nicolasa, tuerta a causa del perdigonazo que algún desaprensivo le había dado en un ojo, y en un estado terrible de abandono y suciedad. Se inició una campaña en defensa del oso promovida por ADPCA (ver fotografías) y al final la osa desapareció y la instalación fué desmantelada.... he intentado averiguar más acerca del fin de este animal pero hasta ahora no he tenido más información.

7 comentarios:

Antonio Saz dijo...

Maravilloso... recuerdo a aquella penosica osa, no sabía lo del hijoputa del perdigón, me imagino que sería el mismo que se cargo los cines del Parque Grande, valiente cabrón. Tampoco recordaba lo de los monos... que fuerte.... pobre bicho. Fantástico documento Dani, no pares haz el favor....

Anónimo dijo...

Recuerdo que era un crio como el de la foto y me producía la misma cara de incredulidad ante

la estupidez humana. La osa recorría la jaula de un lado a otro como viviendo una pesadilla.
En aquellos tiempos el juguete preferido de los adolescentes tras pasar por el xcalextrix y

el cinexin era la escopeta de perdigones y los petardos. Por todo Zaragoza había bandas de

adolescentes en busca de Gorriones, Palomas, Gatos y Perros abandonados... Socialmente eran

crios divirtiéndose...
Por aquellos tiempos yo tendría unos 10 años... Recuerdo que uno de mis pasatiempos

favoritos del Domingo era irme con un vecino a visitar el "zoo" del parque Bruil. Nos

situábamos a una distancia prudencial de la jaula de los monos y esperábamos a que se

concentrara la gente que salía de misa de las 12.
Un día en primera fila se situó la típica familia perfecta de la época, el papá con aspecto

intachable; mirada altiva, gabardina, pelo engominado y gafas oscuras... la mamá y el niño

vestidos impecablemente de misa de Domingo... El papá permanecía en silencio como cumpliendo

un protocolo familiar estúpido. La mamá atendía al niño (como era su obligación de acuerdo

a la moralidad de la época) y le decía:
- !Miraaaa.. el Monitoooo...
El niño miraba a la mamá y al Mono con los ojos abiertos como si se tratase de un personaje

de dibujos animados.
El Mono, ante el aumento de gente, tambien veía aumentada la probabilidad de agresión con

perdigones o petardos... Lo cual le producía una situación de stress ante la que tenía dos

respuestas: Enfurecerse (Un inutil gasto de energía) o, ¡recurruir al onanismo!...
-¡Uyyy no mires.... decía la mamá tapándole los ojos al niño...
El papá, de aspecto y moralidad intachable reaccionó rápidamente sacando una pistola de la

gabardina y apuntando al Mono...
- ¡Mecaguen el puto Mono dejenerado! ¡Yo lo mato!
- ¡Paco, Noooo! gritaba la mamá sujetando el brazo del marido con una mano y la cara del

niño con otra... ¡Vámonoooos!...¡Niñooo no mireeesss!.
El Mono, al comprobar que si, que efectibamente la posibilidad de agresión era inminente, no

hizo más que acelerar la velocidad de reacción. Cuantos más gritos y desconcierto más

velocidad... y a más velocidad... eyaculó ante la mirada desencajada del fascista Paco..
La gente concentrada se dividió en tres bandos: los que aprobaban la reacción del tal Paco

portador de valores eternos, los que no se atrevían a reaccionar y se quedaron a la espera

de acontecimientos y los que (como mi vecino y yo) se retiraron para escojonarse a una

distancia prudencial.
El asunto termino con el tal Paco retirándose y profiriendo gritos de: ¡Ahora mismos voy al

cuartel de la Guardia Civil!. ¡Esto lo tiene que saber el Governador! ¡Hay que matar al mono

ese dejenerado inmediatamente!. ¡Si no lo matan las autoriadades lo mato Yo!.

Pasado el rato volvimos a la jaula del Mono... Permanecía quieto mirándonos a los ojos. Pero

esta vez no percibía ninguna amenaza.. El desahogo le produjo un estado mental de rendición.
Además, también existía una cierta conexión entre el Mono y nosotros, que lo contemplábamos

con la misma cara con el que mira el niño de la foto a la cámara...Algo en nuestro interior

nos decía que esto era injusto e inhumano, que es cruel, que no somos seres racionales...

Anónimo dijo...

lo recuerdo como si fuera ahora mismo...y akel oso me daba mucha pena...gratos recuerdos de mi infancia vienen a mi memoria,cuando pienso en lo ke era el parke bruil

alcorze dijo...

Recuerdo la osa, la última en marchar y también a un león muchoa antes. Esto sería en los setenta supongo.

Unknown dijo...

La llevaron a una reserva, a los pocos años murió

Unknown dijo...

La llevaron a una reserva, a los pocos años murió

Grumete dijo...

Vivía yo junto al Parque Bruil y era un entretenimiento ir a ver los animales. Aunque era crío de 10 o 12 años ya daba lástima ver enjaulados los osos en lugar tan pequeño y se les veía como locos dar vueltas girando la cabeza sin cesar. Me pregunto a quién se le ocurriría poner en esa situación a los animales y expuestos a degenerados como en qué dejó huerta a la osa. Fue un alivio acabar con esa absurda crueldad.

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