lunes, 12 de diciembre de 2011

Con la ampliadora a cuestas

Con la ampliadora, los químicos, el papel, las cubetas, el resto del laboratorio, una caja de herramientas, el transmisor de fotos, el equipo fotográfico, los calzoncillos de repuesto, unas latas de sardinas y algunas cosas más... Así viajábamos los "enviados especiales" a principios de  los años noventa.
Llegar al hotel, montar el laboratorio en el baño, desmontar en ocasiones el cabecero de la cama buscando la conexión telefónica, puentear el micrófono del teléfono modelo heraldo, el más común, conectar el transmisor, hacer una prueba con una foto preparada para la ocasión.


Ir al partido, soportar a la hinchada local, volver disparado, revelar los negativos, seis rollos a la vez en un tanque de tres espirales. Hacer las copias con los quimicos muy calientes; Ganas contraste y reduces el tiempo de procesado. Secar con secador de pelo.  Mandar ocho fotos: Tiempo de transmisión de cada una de ellas, quince minutos. Confirmar que las tienen. Han pasado mal la tercera y la sexta.  Repetir las dos fotos. Confirmar las dos fotos. Se acabó el tema. Son las doce y cuarto de la noche. Abres el minibar y te sirves una cerveza a pesar del que el cretino que tienes por gerente te dirá que es un gasto "suntuario" y que no te lo paga, eso si, no se percatará de que no le has pasado factura de la cena... (Imposible cenar, el restaurante el hotel ya ha cerrado, el hotel esta cerca del campo, pero lejos de todo.. adivina donde habrá un restaurante abierto a estas horas). Llaman a la puerta, es el colega del medio de la competencia, el también acabo de transmitir. Le pides que vaya a la cocina del hotel a robar una barra de pan. Sacas las latas de sardinas y  os montáis unos bocadillos impresionantes.
Los "plumis" de deportes ya han cenado de restaurante, les da tiempo, ellos escriben la crónica sobre la marcha y la dictan por teléfono.
Menos mal que no ha llovido.

4 comentarios:

Javier Cebollada dijo...

Eso me suena, siempre buscando un cuarto de baño o un sitio oscuro y desmontando el telefono del hotel.
Tenía su gracia (ahora cuando lo recuerdo) pero.. ¡prefiero la PDA de ahora!

José Miguel Marco dijo...

A ver quien tras leerte habla de la magia del negativo.

daniel dijo...

Hece años fuí con una redactora a entrevistar a un viejo maquinista de tren ya jubilado que había trabajado con vapor. La periodista le preguntó si no echaba de menos el romanticismo de las máquinas de vapor. El señor contesto: "quita, quita!! en invierno mucho frio, en verano te asas, y todo el día manchado de carbonilla en una cabina abierta.. ahora con el eléctrico vas de corbata, con aire acondicionado y solo hay que darle a un botón" Pues lo mismo... en esa época,no tan lejana, se trabajaba con lo que había, y si por casualidad hubieramos soñado con cámaras digitales, ordenadores portátiles,teléfonos móviles y wifi.. nos parecería ciencia ficción.

daniel dijo...

Lo peor, es que todos estos esfuerzos no eran para contar al mundo transcendentales sucesos para la historia del siglo XX, sino para mandar fotos de un cutre partido de fútbol....

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